lunes, 5 de enero de 2009

El tiiempo...

Me equivoqué al marcar el día de la sonrisa en mi agenda. El color de las historias incompletas. Yo tenía un sueño que se hizo pompa de jabón y explotó, y ahora ya no quedá nada. Ni siquiera la espuma del mar que se te enreda en el pelo. Así que es extraño, el silencio y el vacío de dentro. Y absurdo claro, sobretodo absurdo. Como aquella conversación sobre paridas que tuvimos el día de Año Nuevo. O los mensajes que nunca se responden, pero bueno, eso ya es agua pasada. Y es tan absurdo como intentar que se capte el código morse de cuando pestañeo, o cuando respiro. Y es que había olvidado que mi reloj lila de osito que tenia estrellitas y todo, que me habían reglado se rompió el día en que se me cayó al suelo y ya no me quedan minutos desperdigados. Se me acumularon años, minutos, segundos.. Es lo que me suele ocurrir con el tiempo, que se pierde, como un niño cuando quiere su jueguete, se lo comprar y lo tiene pero no lo tiene. Eso me pasa a mí. Cada vez tengo más cosas que no quiero, no uso y no necesito. Se me acumulan las ganas. A veces, en diciembre, es lo que pasa, que te quedas sin tiempo para vivir. Para vivir... Cuentas los pasos y los latidos, y sientes que hay un contrareloj, y a mí ya no me salen los textos bonitos, las palabras bonitas, el cariño, vamos... en general, no me sale nada...


hasta me sieto sola...





P.D: sigo siendo aquella niña que jugaba con las barbies y todo le parecía bonito.. Ir al parque, ir a tomar el café con mamá y sus amigas que la acosan a preguntas, ir a comprar pinturas y un libro para colorear, llorar porque mamá no me quería comprar aquel juguete que tanto quería y que luego, cuando me lo compraba jugaba con el dos semanas (como mucho) y lo dejaba por la habitación tirado... sigo siendo aquella niña que saltaba en la cama de los hoteles cuando iba de vacaciones (la que un día se rompió), la que no faltaba a ballet nunca, la que no le hizo caso a mamá muchas veces, la que llegaba tardea casa cuando le decía mamá : "Laura, a las 9 y media en casa que mañana hay colegio" y mamá salía a buscar a Laura, la pequeña Laura, que con suerte estaba en la junkera, y mamá le reñía y le decía : "pasa para casa ahora mismo", sigo siendo aquella que fue creciendo día a día hasta hoy, 5 de enero del 2008, que con 15 años, se siente la misma que cuando tenía 8....




FIN.

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